…..Vayan mis felicitaciones a Ars Hungarica… por encarar un reto tan importante como lo fue montar esta obra…lo primero a destacar… fue el rendimiento del conjunto… unos 25 ejecutantes de indudable calidad (Concertino: Roberto Rutkauskas).
Hubo ajuste, afinación y buen empaste. 

Sylvia Leidemann condujo a la agrupación con mano firme, gesto claro pero agresivo y apropiado pulso rítmico, logrando una versión tan variada en matices y contrastes como pujante, intensa e impetuosa.

Fue una interpretación correctamente encauzada dentro de una línea historicista…

Soledad de la Rosa es una de nuestras sopranos más sólidas… compuso una Rezia bien delineada…la soprano Marcela Sotelano.., que encaró a Balkis mostró muy buenas cualidades tanto vocales como escénicas…se contó con el tenor Carlos Natale -en el rol de Alí- con una vocalidad muy afín a lo requerido por este tipo de repertorio….sorprendió muy gratamente la tarea del barítono Norberto Marcos -en el rol de Calandro-, acreditando a la vez competentes medios vocales…Carlos D ´Onofrio – el otro tenor-, en el rol de Osmin resultó eficaz en su labor actoral y vocal – donde demostró poseer apreciable bagage técnico….el breve rol delsultán permitió poner en evidencia el empaque , la potencia y la correcta línea vocal del barítono Mariano Fernández Bustinza…

La puesta preparada por María Concepción y María de la Paz Perré tuvo que amoldarse a las posibilidades del espacio…su tarea resultó imaginativa… aprovechando los espacios que ofrece la sala….se logró dar colorido y vivacidad  escénica… en resumen una gratificante novedad, muy bien recibida por la calificada asistencia…pero que no tuvo la necesaria respuesta por parte del periodismo musical de nuestra ciudad: una auténtica pena.