Volver

Mi experiencia en el Insituto Kodály (Kecskemét, Hungría) - Marzo de 2006
Por Carolina Wagner

 

Durante mi estadía en Kecskemét, tuve oportunidad de observar varios aspectos de los efectos de la herencia de Zoltán Kodály.

El Instituto Kodály, realiza la maravillosa tarea, llena de generosidad, de compartir con los que así lo deseen, este maravilloso camino que Zoltán Kodály comenzó.
De todos los países, occidentales y orientales llegan maestros y músicos deseosos de aprender y transmitir esta forma de conocer la música.

“A zene mindenkié”, dijo él. “ La música nos pertenece a todos”.
Y ¿ cuál es la forma de devolverle a las personas aquello que les pertenece?

Su idea fue: a través del canto.
Pero no de cualquier modo.
Acceder a la “gran música”, como la llamaba, donde el canto a varias voces produce esa maravillosa sensación de unidad, es su objetivo.
Y este regalo requiere ser conquistado.

Así como educamos a los nños para poder convivir los unos con los otros, así ha de ser también en este caso.

Esto fue lo que viví  en la “Escuela Kodály”, de Kecskemét. Esta es una escuela de jardín de infancia, 1ro a 12vo grado, es decir primaria y secundaria, donde esta idea es llevada en un hilo conductor lógico e ininterrumpido hasta su conquista final.
Paso a paso, en cada etapa del niño, trabajando en los elementos necesarios para alcanzar la meta.

Escuchar cantar a los niños siempre es hermoso.
Escucharlos cantar comprendiendo, es maravilloso.
Cuando logran dominar su instrumento natural, para poder sostener su propia voz, sin perderse en la de otro, produce esperanza.
Pero no hay nada que me emocione más que escuchar y ver cantar a los jóvenes.

En este un mundo lleno de soledad, donde la conciencia es cada vez más dolorosa, sorprende escuchar a jóvenes de 17, 18 años cantar obras a varias voces, cada uno con sus talentos y dificultades, disfrutando, sonriendo es algo verdaderamente MILAGROSO.

Y  mi corazón se llena de gratitud hacia quién dirigió y dirige su mirada hacia ellos, dándoles la posibilidad de un futuro mejor. Un futuro real, visible, audible. No perdamos tiempo.
Tomemos lo que nos pertenece, también nosotros.

 Volver